Tu cuerpo es el lugar perfecto para que yo sepa lo que quiero hacer.
Se juntó una religión que era puro corazón
con otra que nunca existió,
se juntaron dos camas y no alcanzaban
para tanto fuego, tanta acción,
tanto descontrol.


Elegimos el colchón más chico
y pareció de dos plazas,
cuando el colchón terminó Bienvenido fue el piso
del comedor de su casa.


A cada beso caía una estrella,
cada arañazo calmaba el dolor,
cuando me acuerdo de él
levanto mi vaso y brindo adonde quiera
que estés por nuestra canción.




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